domingo, 1 de abril de 2012

Seguridades distintas

Cuando escucho hablar de seguridad, no puedo evitar formarme una imagen:
Veo un grupo de personas abroqueladas en un lugar, detrás de unas rejas, donde guardan todas sus pertenencias y miran con desconfianza a todas las demás personas que están afuera de esa reja. Es nada mas que una imagen, pero refleja con bastante claridad, de que se habla cuando se dice "seguridad".
Por lo general es algo que se discute entre personas de clase media y media alta. Los ricos, los verdaderamente ricos, toman otra clase de precausiones que nada tienen que ver con alarmas, cerraduras y rejas. Ellos saben que lo que les pueden robar los ladronzuelos de los que otros se cuidan tanto, son cosas que pueden reponer instantáneamente.
En realidad la seguridad es un tema importante, pero me gusta pensar en ella como un concepto de sentido muy amplio:
-Una persona se siente segura cuando tiene un trabajo que le gusta y gana con él lo suficiente como para vivir dignamente.
-Cuando pertenece a un grupo social y cultural que lo contiene y del que se siente parte
-Cuando está rodeado de gente que lo aprecia y puede apreciar a esas personas
-Cuando se sabe a salvo de las consecuencias por posibles catástrofes ambientales
-Cuando sabe que respira un aire sano y bebe un agua verdaderamente potable
-Cuando existe un estado al que sabe que puede recurrir para solucionar sus problemas sin que ésto le cree otros.

En fin, la lista seria infinita pero podríamos hablar de seguridades económicas, sociales, culturales, ambientales y políticas para hacer una síntesis de lo que deberíamos llamar "seguridad en sentido amplio"

Sin embargo, sólo se escucha hablar de la seguridad chiquitita y restringida que le pertenece solo a determinado grupo social, que permanentemente relama al estado que los cuide más y mejor de esa otra gente que no son más que sus conciudadanos. Habitantes de su misma ciudad. Mas parecidos que distintos a ellos mismos.

Estoy realmente tentado de "patear" ese concepto de seguridad con una frase que como diría un tocayo y amigo resultará "picante".
Yo creo que se trata de una mala manera de distribución de la riqueza. La peor sin lugar a dudas, porque pone en riesgo la vida de mucha gente. La que asalta y la que es asaltada.

Aún cuando los argentinos comprobamos que el mayor robo que se cometió en nuestro país, ocurrió en el 2001 y los ladrones fueron los bancos multinacionales que se llevaron de Argentina todos nuestros ahorros (con una ayudita del gobierno del momento que seguramente recibió su comisión) la mayoría de la clase media sigue mirando con desconfianza y se cuida de algunos pobres tipos que cobran unos centavos por robar un auto o una computadora.

Aunque a más de uno este articulo le genere urticaria, quiero sinceramente que se hagan la siguiente pregunta:

¿Cuán vulneradas deberían estar sus seguridades en sentido amplio para estar dispuesto a salir a arriesgar la vida todos los días por los pocos pesos que un reducidor le pagará por lo que roba?

Si responde con sinceridad, (Ud. señor lector) logrará ponerse en la situación de la mayoría de esos ladronzuelos y comprenderá que ellos están mucho más inseguros que usted (además de tener unos huevos del tamaño de sandías).

Creo que algo debemos hacer para que sea mas justa la distribución de la riqueza y debemos hacerlo por la seguridad en sentido amplio de todos. La de los que hoy tienen todo y la de los que no logran tener ni lo indispensable. La de los que roban y la de los que son robados. Como dice un personaje de una obra de Chejov "nunca sabremos quien es el más alto hasta que estemos todos parados en el mismo escalón". Recién entonces descubriremos quien es el delincuente... digamos profesional y el que solo roba porque no encontró otra oportunidad.
Solo se trata de un acto de la tan mentada y manoseada conciencia social.