lunes, 20 de diciembre de 2010

Más filosofia de bar


La ética y la estética


Veamos a la ética y la estética como dos universos paralelos, como si fueran reflejos espejados de la realidad.

Partamos de una definición de estos universos que pueda caberle a ambas.

Cada estética / Cada ética, es un universo de lógica compuesto por elementos que se corresponden entre sí.

Así en una estética determinada, los colores primarios (rígidos, con una identidad indiscutible) se corresponderán a formas absolutas, duras (rígidas, con una identidad indiscutible) y texturas sólidas, poco permeables, tan rígidas, duras y absolutas como las características de los otros elementos. En otra estética, los colores más neutros (blandos, con identidades relativas) se corresponderán a formas también más neutras (blandas, con identidades relativas) y seguramente las texturas que pertenecen a esta estética, serán más permeables, menos rígidas. Evidentemente estamos llamando elementos de una estética a las características perceptibles de las cosas que la componen.

La combinación de elementos de distintas estéticas puede resultar en la creación de una nueva, pero éste ya es un problema más compositivo que estético.

Si consideramos elementos de una ética las conductas humanas, estaremos considerando también las características por las cuales cada individuo se hace perceptible para la sociedad o comunidad de la que es parte. Así veremos como unas conductas componen un universo de lógica y otras, otro.

Por ejemplo, en una ética que podríamos llamar cristiana, a la conducta del individuo A que abofetea al individuo B, le corresponde la conducta del individuo B de ofrecer la otra mejilla. Mientras en otra ética, que podríamos llamar del talión, a la conducta del individuo A que golpea al individuo B, le corresponde la conducta del individuo B de devolver un golpe de igual magnitud. Estas conductas no son más que elementos que se corresponden entre sí como pasa con los elementos de la estética. (esto demuestra simultáneamente algunas falsedades del cristianismo y la triste realidad de que aún no superamos el Talión) El problema de combinar conductas, pertenecientes a distintas éticas, (como en la estética) puede generar o no el nacimiento de una nueva. Otra vez un problema compositivo. Se trata de esta composición (social, cultural) en la que vivimos y que está sostenida por un soporte al que podríamos llamar realidad o más ampliamente, paisaje. Ese lugar habitado, transitado visto o imaginado en el que se desarrolla toda la realidad, toda la ética y toda la estética, todo lo natural y todo lo cultural. Ese lugar que es contenedor y contenido al mismo tiempo porque todo lo compone (hasta nuestros pensamientos, o el pasado conjeturado y el futuro inaccesible hacen paisaje). Así, lo ético y lo estético también se unifican en él, haciendo la realidad que somos junto a todo lo que existe. Estos dos universos paralelos se pueden leer bajo idénticas leyes porque son reflejos de una misma cosa. A cada ética le corresponde una estética y viceversa. De hecho cuando decimos estética lo que estamos diciendo es "esta ética".

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