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jueves, 16 de diciembre de 2010

Geografía simple para eruditos


"La realidad y su representación"

Nos hemos acostumbrado a confundir la representación de la realidad con la realidad misma. Por ejemplo: Alguien te muestra la foto de una tal Analía y ya crees que conoces a la tal Analía. Cuando en realidad se trata de una representación pobre y escueta que cuenta poco sobre ella, apenas algo de su aspecto, interferido por un gesto o un movimiento. La cosa empeora cuando otro te pregunta si conoces a Analía y vos le decís que si, en todo caso le preguntás ¿La rubia? Y como el otro afirma, se va convencido que conoces a Analía, cuando en realidad no sabés nada de ella.

Lo mismo nos pasa cuando vemos la representación de nuestro planeta en un soporte plano. El planisferio.

Todos sabemos que el mundo dista mucho de ser plano. Aunque escuchamos que en España había unas personas que creían eso y tal vez algunas lo sigan creyendo. Sin embargo aceptamos que eso que estamos viendo, es la realidad. Y no me refiero solo a esa cartulina impresa que usábamos en la escuela, ya que la imagen satelital, también es una representación en un soporte plano (la pantalla).

Hagamos un ejercicio:

Imaginemos por un rato que cortamos transversalmente, la pequeña y montañosa península que trabajosamente soporta unos 60 millones de italianos sobre su territorio. Italia. La cortamos más o menos por la mitad como si fuera un budín. Ahora miramos el corte de costado (como si viéramos la parte interior del budín que acaba de quedar expuesta). Nos encontraremos con una forma similar a un triángulo, o una que se inscribe en él. Y como todo triángulo cuenta con una base y otros dos lados que parten de cada extremo de la base y se juntan en un vértice.

Ahora bien, los 60 millones de gringos, no habitan la base, sino los lados. Es decir, las laderas montañosas entre la sima de esa cadena y el mar. Esto que parece tan obvio, no lo resulta tanto, ya que hasta en la foto satelital “non plus ultra” de la tecnología para observar un territorio, la superficie que estamos mirando, esta determinada por la base. Y es sobre la dimensión de esa base que se calcula la superficie de ese, como la de cualquier territorio. Esto no sería nada mas que un dato anecdótico, si no fuera, que sobre ese cálculo se establecen otros fundamentales para la política y la economía del mundo como las densidades poblacionales por ejemplo.

Dicho de otra manera, si a la base del triangulo le asignamos la letra “A” y a los dos lados “B” y “C”, los tanos habitan en el segmento compuesto por “B + C” ¡Nunca sobre “A”! ¡Y todos los cálculos estadísticos de los cuales derivan decisiones de esas que toman los grupos de poder en el mundo dependen del erróneo “A”!

De todos modos, aunque la superficie habitada por los italianos sea mucho mayor que la calculada, 60 millones de personas es demasiada población para un territorio que (con mentira y todo) tiene apenas un poco mas que la superficie de la provincia de Santa Fe, donde vivimos poco mas de 3,5 millones de santafesinos (algunos somos italianos que no cabemos allá) Y la carga humana de los territorios, aún si se tratara de humanos muy concientes de la realidad ambiental del planeta (que no es para nada el caso de los italianos, -basta ver como votan-) acaba determinando la “huella ecológica” que sus habitantes dejan en el planeta. Es evidente que en América Latina hay mucha de esa huella, trazada por italianos o por europeos o, en general, por todos los habitantes del norte del mundo

Nótese que digo habitantes y no ciudadanos, porque para el fin de la huella ecológia, poco importa si son ilegales.


por si no leen los comentarios:


¿Nadie noto el dato poblacional y la nula diferencia entre inmigrantes (legales o no) nacionalizados y NyC (nacidos y criados)?
Es decir, poco importa si un habitante de europa es legal o ilegal o nacido o nacido y criado. Si habita allá, come allá, se viste allá, esta dejando la puta huella ecológica acá. Donde se produce lo que come, viste y en general consume.